En vez de sacrificar un pollo, se utilizaron algunas de sus células autoregenerativas para que, gracias a un método revolucionario, se pudiera producir carne.
Para muchos, llevar una dieta libre de carne es casi impensable. Afortunadamente, para aquellos que piensan que nunca podrán dejar de consumir proteína animal pero están preocupados por el impacto ambiente que tiene la crianza de animales para el consumo humano, la tecnología tiene una solución: carne de laboratorio.
Podrá sonar a cuento de ciencia ficción, pero cada vez son más las empresas que están desarrollando alternativas para crear carne, algunas a base de plantas y otras más a partir de células animales, tal y como sucede con Memphis Meats, una startup estadunidense que recién recibió el apoyo nada menos que de Richard Branson, fundador de Virgin Group.